viernes, septiembre 02, 2005

Malo malo eres...


Apareciste una noche fría, con olor a tabaco sucio y a ginebra
el miedo ya me recorría
mientras cruzaba los deditos tras la puerta.
Tu carita de niño guapo se la ha ido comiendo el tiempo por tus venas,
tu inseguridad machista se refleja cada día en mis lagrimitas.

Una vez más no por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón.
Una vez más no mi amor por favor, no grites que los niños duermen.
Una vez mas no por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón.
Una vez más no mi amor por favor, no grites que los niños duermen.

Voy a volverme como el fuego voy a quemar tu puño de acero
y del morao de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres.

El dia es gris cuando tu estás, y el sol vuelve a salir cuando te vas
y la penita de mi corazón yo me la tengo que tragar con el fogón.
mi carita de niña linda se ha ido envejeciendo en el silencio.
cada vez que me dices puta se hace tu cerebro más pequeño.

Una vez más no por favor que estoy cansaa y no puedo con el corazón.
Una vez más no mi amor por favor, no grites que los niños duermen
Una vez más no por favor que estoy cansada y no puedo con el corazón. Una vez más no mi amor por favor, no grites que los niños duermen.

Voy a volverme como el fuego voy a quemar tus puño de acero
y del morao de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres.

Voy a volverme como el fuego voy a quemar tus puño de acero
y del morao de mis mejillas saldrá el valor para cobrarme las heridas.
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres
Malo, malo, malo eres no se daña quien se quiere, no
tonto, tonto, tonto eres no te pienses mejor que las mujeres.
malo, malo eres,malo eres, porque quieres...malo, malo eres...

No me chilles, que me duele...
eres débil y eres malo,y no te pienses mejor que yo ni que nadie...
y ahora yo me fumo un cigarrito y te echo el humo en el corazoncito...
porque, malo malo eres, tú...
malo, malo eres,sí...
malo, malo eres, siempre...
malo, malo eres...

Así dice la canción de la cantante española "Bebé". Una de esas cantantes que sube y sube... y luego se esfuma. De ella, no se oyó más en la radio venezolana. Pero la canción, descarnada, habla de la realidad de la violencia doméstica que, aún hoy, muchas mujeres sufren en silencio.

En España, país considerado "del primer mundo", todavía 40% de las mujeres alega que su marido, en algún grado, ejerce la llamada "violencia doméstica". Cifra de terror para un país llamado "civilizado".

Ahora, partiendo del punto de que eso es España, que parentemente está más adelantada en materia de protección de los derechos a la mujer que otros países de habla hispana... qué me dejan para el caso de Latinoamérica? No voy a poner cifras, búsquenselas en la web.

Mi nota de hoy no va sólo a las cifras, sino a aquellas mujeres que han sufrido la violencia doméstica. Va a todas las mujeres que en mayor o menor grado comparten su vida hoy conmigo y que sufren o han sufrido de violencia doméstica. Ya sea personalmente o de manera indirecta en su núcleo familiar. Todas son víctimas silenciosas de las rabias intestinas de un ser que no es humano en grado suficiente como para DIALOGAR y prefiere actuar como animal y GOLPEAR.

Se me vino encima, ya lo sé, todo un mundo de psiquiatras y psicólogos diciendo que la violencia doméstica es mucho más que eso... y sigan diciendo lo que quieran. Que las dos partes de la relación no se lograron poner de acuerdo en algún momento y que alguién se creyó que era más fuerte que el otro, o que tenía más derecho a golpear que el otro... eso es un hecho. Y sobre todo, al golpear al otro por primera vez, el agresor perdió el rasgo de HUMANIDAD ante el agredido. Quiera el agredido reconocerlo o no. El golpear a alguien es reconocer que me faltan los medios para expresar mi dolor, molestia, indignación, sorpresa, enojo o desagrado a mi pareja de una manera razonada, acalorada pero con argumentos, con palabras, con cosas que son parte de los debates entre humanos. Y entonces, recurro al animalito irracional y agredo la imagen de lo que me perturba, lo tiro de una por debajo de mí, le hago saber quién manda... le impongo mi opinión porque de no hacerme caso, sabe que le puedo dar otra azotaina. Y me convierto en un animalito que, al ver sangre, se siente poderoso porque sabe que esa no se le va a olvidar al otro... o correra más sangre.

Aclaro que es muy poco frecuente la violencia doméstica provocada por la mujer. Es más frecuente la otra, provocada por el hombre. Fisiológicamente, 90% de las veces las mujeres tienen menos fuerza bruta que los hombres. En el 100% de los casos, aún si tienen fuerza bruta para igualar o sobrepasar a su contendor, les falta el carácter para enfrentar la realidad y buscar ayuda o seriamente asumir que la violencia no puede ser forma de expresión de cariño alguno porque implica la destrucción del otro para afianzar mi ego debilitado, la insegura imagen de mi yo... y empieza una espiral de miedo, inseguridad, rabia, odio, indiferencia, sumisión y baja autoestima en el agredido, la mujer.

En eso se basa el abusador, el violentador doméstico. Su filosofía es el debilitamiento psicológico de la auto estima del otro para afianzar la de ellos. Los casos más recurrentes y virulentos son los de seres muy bajos en estima personal que la emprenden contra la pareja, cual si de un saco de boxeo se tratara, que les proporciona con cada morado y sutura una razón para creerse más poderosos, más fuertes, más superiores.

Ahora, el cuento es que la agredida también se deja. Y no se deja por un espíritu masoquista expreso. Se deja por la inseguridad personal y el miedo (si me voy, si hablo, qué hará?) que le produce el otro. Se deja porque tiene niños pequeños en los que se escuda (mejor que me pegue a mí que a los niños). Se deja porque no tiene trabajo y, por ende, no dispone de los recursos para sostenerse financieramente y sostener a los niños si los hay. Se deja porque cree, ingenuamente, que "no lo hace a drede, sólo que se va de control". Se deja porque en el fondo se cree que lo merece (por razones tan variopintas como la purificación del amor a través del dolor hasta... yo no sé!). Se deja porque se cree que esa es la forma de amar que el otro tiene y que depués de esos debates encarnizados, es lógico que sobrevenga la golpiza porque eso es lo más razonable tras una discusión acalorada. Se dejan por otra pila de razones más y muchas de estas que ya mencioné en combinación con otras que no he mencionado como, por ejemplo, el tan temible miedo a "el qué dirán"... Saquen sus propias conclusiones.

Uno de los factores que perpetúan este tipo de comportamiento INACEPTABLE es que la agredida, en medio de su crisis personal, se siente incapaz de salirse de ese círculo vicioso, y hasta trata de justificarlo, porque "yo sola no puedo" o "los niños ya tienen una vida hecha, mejor me lo sigo aguantando" o "no puedo dejar a los niños sin padre... crecer sin familia es dañino..." o "sin haber trabajado nunca antes en mi vida, separada, y con niños, qué futuro tengo? Mejor me quedo como estoy..."

Aquellas víctimas de la violencia doméstica que se liberan del yugo, lo hacen tras vivir una especie de "click" interior que les dice que, definitivamente, son muy frágiles y vulnerables y que la VIDA de ellas o de los seres que más quieren, sus hijos, está en peligro. Léase: les dieron una zaparapanda de palos tan atroz que, tras llegar al hospital y estar internadas por una semana o unos días, se dan cuenta de que estuvieron a esto de morir y eso ya no se vale. En algunos casos no se necesitan muchos golpes y, con tan sólo alzar a la víctima del suelo tomándola por el cuello se logran traumas igualmente espeluznante y con resultados igualmente efectivos.

Ahí es cuando entro yo, metiche de profesión, nieta de una mujer que fue golpeada una vez y echó al esposo de la casa y de ahí en adelante crió, con 24 años, SOLA a 4 niñas (no una ni dos sino 4) y sin profesión, criando pollos, cosiendo pantalones y gerenciando algún recursillo más, les dió a todas formación profesional y académica (dos farmaceutas, una abogada y una secretaria perforista especializada en las técnicas de IBM de la época y tan competente en lo suyo que todavía dice con orgullo "cuando puse mi renuncia, el banco tuvo que buscar 3 secretarias para cubrir todas mis responsabilidades").

Ahí es cuando entro yo, amiga de una mujer que tras un divorcio con custodia de 2 niños tuvo que sacar carrera con trabajo a medio tiempo "de lo que sea" para cubrir los gastos de sus hijos y los de ella y asegurarse una profesión para tener un futuro más prometedor porque "el ex" no le pasaba la pensión de manutención establecida por el tribunal. Ahí es cuando entro yo, espectadora silente de horrores que no puedo describir porque no me han tocado, y espero que nunca los viva, a decir que una relación basada en la destrucción de uno para el fortalecimiento del otro no es una relación porque no hay interacción entre las partes. Allí es cuando me sale del alma decir que a golpe limpio no se resuelve nada y que más vale mediar con palabras porque hasta los alces canadienses evitan los combates entre ellos porque saben que con sus cornamentas se pueden malograr mucho y más bien se desafían y se declaran ganadores o vencedores tras estudiar el tamaño y proporción de los cuernos del otro.

Es allí cuando, como amiga me sale decir que fácil no es, pero hay que salirse de esa espiral de desespero porque, poco importa los diplomas que tengas, la que vales eres tú y tu ánimo de salir adelante, de aferrarte a la vida... no a la vida entendida como el espacio que sigue a los golpes y en los que sabes que respiras... o los instantes, días, semanas o meses que vivas antes de la próxima golpiza... porque con el miedo a no desencadenar otra golpiza no estás viviendo, estás apenas deseando no morir.

Aferrarse a la vida: perseguir los sueños que tenías y que suspendiste. Aferrarse a la vida: fijarse metas para proteger efectivamente (no sólo evitarles golpes) a los que están a tu cargo... y sobre todo a tí. Aferrarse a la vida: darse cuenta que se es tan humano como el que agrede y que se tiene tanto derecho a disfrutar de lo que un ser humano tiene el deber y el derecho de disfrutar: vida social, carrera profesional, esparcimiento personal y, sobre todo, seguridad en su núcleo familiar y calma (no zozobra) cuando todos los miembros familiares se reúnen.

Sí, mis queridas, tienen derecho a vivir... no a desear no morir. Y sepan que sí, que todas tiene la capacidad de rehacer sus vidas y comenzar de nuevo. Y sepan que se merecen todo lo que quieran ahora en medio de sus tragedias personales... y más de lo que nunca llegaron a soñar. Sépanlo. No les quepa la menor duda: yo no estaría aquí de no ser por la decisión de mi abuela de rehacer su vida "a pesar de los pesares" y de no saber por dónde pero "había que comenzar por algún lado". Gracias abuelita, te quiero mucho. Gracias "E", por prestarme tu vida para compartirla y admirar tu temple, hasta hoy en día. Gracias Adri, por darme material para reflexionar hoy en medio de la impotencia y las ganas de querer ayudarte en mi vasta distancia.

Gracias a todas las que me leen y creen que son capaces de ir más allá de su realidad y tocar con la punta de los dedos un mejor mañana. Cuídense siempre... y acuérdense que siempre hay quien las apoye y las empuje, sólo les falta tomar la decisión. Y eso, sólo lo pueden hacer ustedes.

Al final del tunel siempre hay una luz...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Gracias Esti por dedicarme a mi y a muchas otras este capítulo. Sólo puedo decir, con mi experiencia, que a veces es super difícil armarse de valor y poner fin a ese círculo vicioso, con el que silenciosa e inconscientemente nos acostumbramos a vivir. Llega un punto en el que todo lo aceptas, todo lo intolerable pareciera normal, es ahí cuando estás en la parte más profunda de la fosa!
Tienes razón al decir que la agredida se deja agredir y yace allí el craso error que terminará por llevar la relación un punto de no retorno, en el que sólo una decisión "radical"- salir de ese letargo mental, de ese complejo de inferioridad, dejar la inseguridad, exigir tus derechos,sobre todo los mas básicos como seres humanos, sobre todo el derecho a ser tratado con respeto, conservar tu dignidad y autoestima- se convierten en la puerta de salida de ese estado de sufrimiento y miserabilidad espiritual. Olvidamos que vivir en paz mental, psicológica y físicamente hablando, no es un privilegio sino un DERECHO promulgado en la carta de lo que en francés se llama "Les droits de l'homme" y al cual yo le agregaria (en este caso) des hommes et AUSSI des femmes! Es falso, falsisimo de toda falsedad pensar ...Es que me lo trengo que calar porque.....o simplemente para aqueyos cuyo dogma religioso les hace pensar, bueno esto es lo que Dios me puso en mi camino, pues apretaré los dientes y me lo calaré porque seguro que me tengo que ganar el cielo. Ningún, ningún! Mis estimados amigos, lamento tener que romperle los esquemas a algunos e informarles que Pendejo no tiene gloria!
Estoy convencida que el objetivo principal de la vida es vivir, no sufrir. La mayoria de las veces el aprendizaje en el ser humano es doloroso, se aprende con los golpes de la vida, pero sólo nosotros tenemos la potestad de decidir cuánto queremos seguir sufriendo....Todos tenemos nuestro destino en nuestras manos, no reposa en las manos ni de tu pareja ni de la persona que te agrede. Tú eres el dueño de tu destino y de tu felicidad y vivirás cómo y según lo que desees y permitas.
Siempre llega un rayito de luz que te aclara la mente y te saca del letargo mental, siempre llega un pequeño ha de luz, con forma de mensaje oculto en un libro, con forma de plegaria, de canción, de consejo, de sonrisa en boca del desconocido que causalmente nos cruza por delante y nos hace reaccionar y valorarnos.
La mano de Dios está sin duda alguna, metida en cada consejo, cada sonrisa, cada libro, en todo lo que te motiva y te lleva adelante, en el mismo espíritu de superación por salir de ese letargo mentaly no en el dolor.
En el libro conversaciones con Dios, hay una frase que me parce la verdad más cierta y contundente para aquellos que se sienten victimas, perdedores, vencidos etc... "Dios no crea perdedores, fracasar no está en el plan y hagas lo que hagas, no podrás impedir ser feliz, ....ese es tu único y verdadero destino, la felicidad (una vida con todo incluido, incluso felicidad). Dios no se complace con el sufrimiento humano ni eso te acerca más a El....!
Gracias a ti y a todas y todos los que me han acompañado y me siguen acompañando a disfrutar de esa felicidad a la que todos y todas tenemos derecho. Gracias por haberme alentado a continuar aún cuando todo parceía estar nublado y con las condiciones más adversas, por ser ese rayito de luz en el fondo del túnel. Para aquellos a los que este comentario pudiera ser de utilidad,no olviden que “No hay mal que dure cien años ysólo nosotros decidiremos cuanto podemos y estamos dispuestos a resistirlo!”

8:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me again!

Quiero compratir contigo una canción de Tina Arena que ilustra con notas musicales...lo que ambas venimos diciendo.

Coeur de Pierre


Puisque j'en suis rendue là
A me dire que rien ne va
Dès que j'éteins la lumière
Puisque c'est plus fort que toi
Que tu ne conçois même pas
De faire l'amour sans la guerre

Puisque je n'fais pas le poids
Que je me tue au combat
Et qu'au fond, ça t'indiffère
Arrêtons là les dégâts
Et quitte à prendre sur soi
C'est moi qui part la première

Si ton coeur de pierre
Réalisait parfois
Tout le mal qu'il peut faire
Je crois'rai les doigts
Mais ton coeur de pierre
Est devenu si froid
Que je ne m'y fais pas

Même s'il faut que je ne sois
Plus que la moitié de moi
Plus qu'un point dans l'univers
Surtout ne me retiens pas
Il est bien trop tard déjà
Pour revenir en arrière

Si ton coeur de pierre
Réalisait parfois
Tout le mal qu'il peut faire
Je crois'rai les doigts
Mais ton coeur de pierre
Est devenu si froid
Que je ne m'y fais pas

Si ton coeur de pierre
Battait encore pour moi
Aujourd'hui comme hier
J'aurais eu le choix
Mais ton coeur de pierre
Est si dur que je dois
Faire le premier pas

C'est ton coeur de pierre
C'est ton coeur de pierre

**************************
Bref, il en va de soi de donner le premier pas et ne plus se laisser faire!

1:36 a. m.  

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