No puedo más....
Juro que me he portado bien. Juro que he trabajado bastante. Juro que he tratado de hacer un buen trabajo. Lo juro. Juro que me he desvelado trabajando y meditando. Juro que no me molesta desvelarme. Juro que he descubierto en mis desvelos maravillas de mí y de otros seres que me llenan el vacío de las horas de vigilia en silencio. Pero juro que ya no puedo más.
No puedo seguir callándome tantas cosas por decir, tanto que tengo comprimido en el corazón, tantas reflexiones sacadas el sábado a la luz de un bombillito mediocre en un bar con una Guinnes en la mano, tantas emociones encontradas en un chat con mi hermana que, nuevamente, me pone en la posibilidad de construir una vida a su lado a pesar de lo que cualquiera de las dos pensó. Sí, a su lado. Me importa un pito la distancia. Estoy a su lado. Y ella está aquí, al lado mío. Eso me basta y me sobra.
No puedo seguir callándome la desesperación que me produce ver que no hay justicia en el mundo... ni en el vasto mundo que no me toca directamente, ni en el pequeño mundo que me toca y me sacude a diario. No puedo seguir callándome que la vida me ha dado razones para creer que la amistad no está marcada por el tiempo por el que tratas a una persona, sino por el grado de intensidad y el tipo de cosas que compartes con esa persona. No puedo, juro que no puedo...
Por eso, a pesar de las 5 horas de sueño exiguas, malhechas porque tengo a un esposo que duerme tan tranquilamente como mi hermana y creo que voy a hacer lo que le voy a sugerir a Richard que haga en este preciso momento, antes de pensar siquiera en comprar la casa: comprar dos camas para conciliar sueño juntos, pero no revueltos... es lo mejor, visto bien visto.
Tengo tantas ideas, tantas notas en mi libreta, tantos "to do" en mi blog que no sé ni por dónde empezar... el sábado y la moneda de Henk?, la permanencia de lo pequeño más allá de su tamaño?, la edición en francés para un amigo que me hace reir a mandíbula batiente con sus comentarios irónicos o jocosos, y me conmueve hasta el alma con sus comentarios del tono "c'est génial c'est un puit sans fin !".
Creo que no puedo sino por uno a la vez... Así pues, comenzaré con el último y terminaré con el primero... es que no tengo orden para esas cosas que me tocan el alma. Permiso a todos, esto es para Bernard y sólo para Bernard:
Bienvenu chez moi, chez toi aussi, Bernard. Dommage que la finesse de mes mots ne soit que des esquisses à crayon pour toi. Dommage autant des choses qu'il vaut mieux ne pas analyser puisqu'il y a autant pour lesquelles nous sentir privilégiés. Dommage que je n'ai pas trouvé un investisseur pour tout ce qui bouge dans ma tête fébrile. Dommage que je ne puisse pas voir ton visage en rigolant à cause de cette "collection de mots inusuels". Dommage que tu ne puisse pas comprendre que la différence que je fais entre l'espagnol et le français est juste le code puisque la vision du monde, l'analyse, l'usage de mots "compliqués"est un signe personnel... tatoué en moi comme le besoin toujours vivante de trouver toujours le bien dans le mauvais pour ne pas m'effondrer dans autan de petites tristesses. Bienvenu ici, où si le soleil ne brille pas, on fait des tours de magie pour trouver que, finalement, il brille encore. Indirectement, mais il brille puisque sinon, on ne verrai pas les nouages gris plomb d'un triste matin d'hiver. Bienvenu au coin ou tous sommes écrivains et poètes, rêveurs et réalistes, pessimistes et fatalistes. Où tout est un peu possible si l'on veut. Bienvenu dans l'aventure de me laisser des mots, des commentaires, des réflexions, des lettres si tu aimes bien. Assieds-toi ici dans le canapé des histoires que je raconte et repose ta tête dans le coussin de tes réflexions à propos. Bon séjour ! Un gros bisous . »
Fin de la nota a Bernard... gracias a la bella audiencia que tuvo la amabilidad de "aguantarse" el descargo en francés. Sepan que el pana es uno de esos amigos que la vida te regala "por accidente" que luego descubre uno que no es ni accidente, ni casualidad, ni nada aciago. Eso estaba destinado para tí. Ese amigo era tuyo.
Eso mismo me pasó con Sofi... a quien no conozco cara a cara pero como si nada porque ella a mí tampoco y nos hemos confiado tanto la una a la otra que no concibo que "accidentalmente" llegáramos a compartir tanto. Y más allá de todo lo que compartimos y lo que nos separa, es el rico intercambio que tenemos lo que me llena de gozo.
Es lo mismo que me pasó con Daniel M. y su chispeante desfachatez irónica que me deleita y me hace reir a mandíbula batiente y que esconde a un ser su-ma-men-te blando, amplio, generoso y locuaz. De su lucha personal, he sacado en claro también que, a pesar de lo que a veces él se sienta o crea, es un valiente. Y aunque él se vea frágil y a merced de muchas incertidumbres que son muy ciertas pues "solo nos basta vivir para morirnos", es un ser de un temple y un optimismo incansable... en eso nos parecemos... quizás por eso nos encontramos. Pero también nos parecemos en el análisis que hacemos de las cosas o la perspectiva con la que "desmenuzamos" el mundo que nos rodea. Se me antoja que está hecho "de fierro", como diría Adriana, la nueva amiga que me regaló, y que apenas empezamos pero que la siento tan cercana porque compartimos dos visiones de una historia cotidiana, tristemente, en el mundo en que vivimos. Una mujer que con su infinita belleza y su tierno coraje invencible supo decirme "tranquila que me sé cuidar sola". Y cuando no puedas sola, Adri, estamos por acá para oirte también. Un abrazo.
Es el caso de Ricardo, mi amigo en Chile, otro de esos extremos que se une a otro extremo... gracias a mi generosa conexión que facilita las cosas más inverosímiles!! Por cosas de la vida tenemos una relación que crece, que nos ha hecho compartir mucho, que nos ha acercado distancias (y échenle números al kilometraje entre Chile y Bélgica, haciendo parada en Venezuela...) y nos ha distanciado temores. Una amistad que, pase lo que haya de pasar, en esta u otra vida, nos ganamos el derecho a vernos por un instante, a conocernos quizás, a tener la certeza de que sí era cierta nuestra sospecha de que la cercanía era porque en algún momento anterior a nosotros, y a la conciencia de la humanidad quizás, compartimos algo que nos dejó una "impronta" en nuestras almas. Una cercanía infinita con palabras que son la fonética y no la ortografía del español. Una dicha que se expresa a la velocidad de 100 palabras por segundo y a la que se le ve la sonrisa y los ojos brillándole en la voz suave (es expreso, le veo los ojos en la voz!) de un "weón" lleno de pasión y poesia en un dualismo que nunca consigue balancear. Gracias por la magia, Ricardito. Gracias por estar allí.
Lo mismo me pasó en este lado del mundo con gente como Henk, un amigo de Joris desde hace años que ha sabido sobreponerse a su propia historia relacionada con otra extranjera, nacida como yo un nueve de agosto, que lo dejó con el corazón deshecho y el alma reblandecida. Nadie vió, sino yo, en un atisbo profético, que esa chica le iba a hacer mal. Fue justo la noche en que lo conocí a él por primera vez y que él nos presentara a su novia entonces. Desde ese momento, Henk ha visto mis logros y fracasos por acá, se oye los cuentos y las reflexiones que hará de todo su amigo, Joris... y seguro que los comparará con su propia experiencia personal con aquella chica rumana. Y en silencio y mutuo acuerdo se creó un lazo de amistad que sé no será fácil de romper, a menos que los dos nos pongamos de acuerdo para hacerlo. A él le debo el detallazo inmenso de felicitarme justo el día después de mi cumpleaños... no porque lo olvidara. Tampoco, como dijo él en el mensajito que me mandó al celular ese día, "para no interrumpirles ayer cualquier plan de celebración, je,je,je..." sino porque no quiso mezclar el dolor de su relación con la que le rompió el corazón y que cumplía el mismo día que yo, con el cariño que me tiene porque soy la que soy y he puesto mi vida en claro en esta manada de conflictos que me rodean. Un ser que comparte mi visión de que dar produce más gozo que el recibir y que nunca exige nada a cambio. Naturalmente, a fuerza de tanto dar, todo el mundo le da también porque no hay nadie que yo conozca hasta ahora que tenga el corazón lo suficientemente duro como para decir "no, Henk, hoy no puedo." No pude ni yo con la conciencia tan recta y la responsabilidad tan puntillosa que me marca y regula la vida... y mandé todo a reposar unas 4 horas mientras cenábamos él y su novia con Joris y otro amigo por el simple gusto de compartir unas risas y vernos las caras otra vez. El ni se leerá el blog, ni sueño yo con que algún día entienda algo de español. Pero su amistad me hizo reflexionar sobre la de todos ustedes... mis lindos "accidentes" y "casualidades de la vida".
Y casos como estos? Abundan!!! Si los enumero a todos, si cuento el caso de cada uno, se me quedan dormidos en la pantalla... por eso abrevio la historia con lo más relevante, con lo más conciso, con lo que me tocaba más directamente el corazón. Con lo que no me podía callar más. Gracias por escucharme...
Volvemos a estudios... Desde Radio Meulebeke se les quiere. Y recuerden, hasta el próximo Herzio!
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