martes, agosto 30, 2005

Voy a ser madrina!!!


Ese grado de filiación "afectiva" me llena de alegría y orgullo. Las madrinas y padrinos de cualquier evento (bautizos, primeras comuniones, confirmaciones, bodas y so on) son, por definición no escrita, una especie de "testigo" de lo que en ese momento ocurra en la vida de otro que te ha escogido para que, de entre todos los que presencien el acto en cuestión, tu seas el "testigo de honor". Una de esas distinciones que no revisten de importancia material ni social, sino que contribuye a afianzar, o reafirmar, el vínculo especial que te une con la persona que te ha escogido para que seas un espectador tan cercano en ese momento especial de su vida.

La noticia de mi "madrinazgo" no se relaciona con retoño alguno. Tampoco está vinculada a la "juramentación" religiosa de ningún iniciado en la religión católica. Se trata de ese sacramento que, rareza entre todos los sacramentos, se prodigan mútuamente dos personas que han decidido comenter la absolutamente romántica estupidez idealista de jurarse amor eterno... ideal que sigue atrayendo incautos y avezados, el matrimonio.

No me malinterpreten, es una preciosa estupidez romántica e idealista. Preciosa, me encanta... es impráctica... pero es tan loable, tan noble, tan meritoria de la más sincera admiración, de la más pura de las alegrías... que hace que uno se olvide por un momento de la estupidez que acaba de cometer y de la que después no se puede zafar: tener que convivir con el mismo ser, por masoquista designio propio, hasta que la vida los separe, la paciencia aguante o el divorcio los seduzca. Cualquiera de las tres. Lo que ocurra primero.

Esa propuesta desquiciada de hacerme a mí, un ser tan idealista y romántico, madrina de una boda, no podía venir sino de dos personas en este mundo: mi querido Chucho y mi hermana. Claro, ambos son ilustradores, estudiaron juntos, vieron clases con los mismos profesores, comparten amigos... y me conocen. Chucho empezó con los planes de su boda hace cerca de 3 semanas. Beatriz, mi hermana, tiene con el plan en la cabeza unos 4 años... y sólo ahora parece que lo van a poder concretar. Pero estos van ya decididos y hasta recuerdos compraron y están peléandose lo de las tarjetas de invitación y la decoración de la sala de fiesta que aún no han escogido... aaaah!!!! El amor...

Y claro, a quién más se le ocurre que alguien que no sea Laura puede servir de madrina de bodas? Es más, Joris es el padrino... ningún amigo del novio sino Laura y Joris, un matrimonio joven que queremos y apreciamos. Pues no mis queridos señores, mi hermana estaba con mi candidatura a madrina (sin yo ofrecerme, claro, es que la gente es "disponedora" y lo demás es cuento) y fue Richard, el novio, quien dijo "debe ser un matrimonio joven... si es Laura, va Joris también." Y así fue como vinimos a parar en este asuntito de apadrinar y amadrinar a un par de seres que, por esfuerzo propio, se han ganado un huequito seguro en el corazón de quienes los conocen.

El Richard lo sabe... y sabe que tuvo el camino "fácil" porque no estaba yo por casa cuando empezó a atacar y cortejar a mi hermana. El, mejor que nadie, sabe que yo hubiera sido "piedra de tranca" y hubiera establecido un serio y minucioso análisis de su persona y hubiera emitido juicios positivos y negativos... lo que le hubiera complicado y alargado mucho más el proceso de reblandecerle el corazón a mi hermanita. Pero las cosas pasan como deben pasar y al mes de iniciar mi relación con Joris, llegó mi hermana, flotando en una nube de rosas melocotón, diciendo felíz que Richard era lo más lindo, bello, tierno y dulce que había conocido hasta entonces... y que eran novios. Mi papá y mi mamá la tuvieron ruda ese año. Con un mes de diferencia, las 2 se "ennoviaron" y se montaron en una nube de sueños... "David... se nos fueron..." y la respuesta fue "Bueno, mi amor... lo sabíamos, no? Ley de vida..."

Simple y complejo a la vez. Ley de vida. El caso es que a Richard empecé a conocerlo cuando de "polizón" había pasado a ser "marino de cubierta" en mi familia... posición que me incomodaba porque mi familia es mi familia, allí soy dueña y señora y, si a mi casa no entra todo el mundo sino quien se hace merecedor de mi confianza y respeto y desde ese día en adelante puede estar tranquilo sabiendo que si llegó a entrar a mi casa es porque forma parte de mi red de afectos especiales, mi familia es asunto todavía más delicado. Así que cuando por fin conocí "al fulano Richard", luego de regresar de Europa en el 2001, empezó mi juicio "recontra analítico y super crítico".

No lo desbaraté porque a mi hermana no le quería romper el corazoncito... ella era la que iba a sufrir si yo le "atacaba" de frente a su "principe". Además, la iba a alejar de mi lado pues yo me iba a convertir en la "hermana celosa". Me tragué mis análisis y empecé a sopesar, en silencio, cosas que veía de su hacer y proceder. Ahora, sólo ahora, es que Richard y Biby saben que yo estuve en eso. Hasta ahora no lo sabían ni él ni mi hermana... ni nadie más!

Claro, con qué moral me atreví a juzgar a Richard yo, si nadie tenía material para juzgar a mi novio, el que hoy es mi esposo, el Sr Joris? Con la fanfarrona moral de la hermana que sabe cómo cuidarse sola y que teme que su hermanita (tenemos 3 años de diferencia, ella acaba de cumplir 24 y me importa muy poco quién la vea como "vieja" o "tarajaya"... es mi hermanita, chiquita, siempre... punto!) vaya a sufrir por culpa de un "vaya a saber uno qué es". Así de sencillo. Así de errado. Así de humano. Yo debía proteger a mi hermanita, como siempre lo había hecho, de cualquier cosa mala que le pudiera pasar.

Y así fue como conocí a Richard. Y como lentamente él y yo nos fuimos acercando. "Lo dejaron entrar a mi casa, sale con mi hermana y no parece tan mala gente porque, después de todo, hay que darle crédito a las elecciones de mi hermana... venga, aceptemos que tengo que lidiar con este extraño en mi familia hasta que lo conozca más". Y así fue como, mutuamente, Richard y yo empezamos a querernos.

Cuatro años casi, o algo más, es lo que tienen estos dos metidos en mi corazón, enredándome en sus mundos y submundos de fantasía, de locuras, de risas, de cuentos y de proyectos. Tenemos 3 navidades compartiendo con la familia de él y todos los años de noviazgo de este par echando cuentos con "mis cuñis" que son un par de seres de los más adorables: una disparatada, extrovertida, dicharachera, habladora, alborotada, gritona e indentenible (Mary, como la apodan en su casa) y la otra, un ser de fantasía, llena de matices tenebristas que se amalgaman de maravilla con el cariño desmedido que tiene hacia su "Machieta" ("maquieta" es la fonética) y su pasión por la ilustración, defecto heredado del hermano mayor y que ella ha aprendido a manipular a su entero gusto y satisfacción en un rango más futurista, Diana.

Cuatro años (o algo así) tengo yo viendo a este par celebrando "cumple mes" y aniversario "de conocernos" y "de empatarnos". Cuatro años de flores, chocolates, peluches, tarjetas, afiches, frascos de Nutella de proporciones dantescas, de abrazos y apoditos, de apurruñones y gritos, de bromas y risas, de conflictos y paz. Años de cariño que se me acumulan en la memoria y el corazón... y ahora me llaman madrina.

No se los perdono. El día que escogieron para decírmelo estábamos llegando a finales del mes y las cuentas se nos habían acumulado en el buzón. Sin trabajo "fijo" para mí, lo de llegar al fin del mes es asunto que manejamos con cautela y que tenemos buen cuidado de organizar. Justo ese día me dicen que están planeando fecha para casarse para hablar con el cura y ver si hay disponibilidad en la iglesia que los dos quieren ("es que ya hasta escogieron iglesia?" Y se me ablandó el corazón porque todo pasa muy rápido en mi memoria...) y querían fechas en las que nosotros podríamos ir a Venezuela... par de lagrimones rodaron por mis mejillas "No sé, bybita, ya quisiera yo poder decirte... pero no te puedo dar ninguna certeza. Este año no lo creo y el otro, pues veremos, pero mejor es hacia los finales... tenemos más meses para ver en qué palo nos colgamos para sacar los reales del pasaje..."

Mi mamá me decía que en vez de alegrarme con la noticia de mi hermana, yo lloraba.. .que el pasaje lo íbamos a conseguir y que sino, ellos verían de dónde lo sacaban, que por eso no me preocupara. Era imposible explicarles a las dos que yo lloraba porque de inmediato me pasó un flash mental de imágenes de mi hermana, de Richard, de Richard con mi hermana y conmigo, de Mary, Diana y Richard con Biby y conmigo, del Sr Antonio y la Sra Carmela con mis padres y nosotras, de Machieta gruñéndole y ladrándole a Antonio... de regaños de mi hermana para que Richard monte por fin su site... de Richard en el aeropuerto cuando me fui y cada vez que voy, del cariño infinito que nos tenemos todos, su familia y la mía... imágenes que se me quedaron adentro, tejidas en el alma... y lloré porque el aspecto financiero me obstaculiza ahora el poder decir "fija la fecha y luego resolvemos por acá"... me exasperaba los nervios no poder tener la confianza de que todo saldría bien. No lo podía ver así en ese momento con 4 cuentas por pagar ese día en el buzón de correos... no se los perdono, justo escogieron ese día en que uno siente que por vivir le cobran peaje.

Y a las dos horas resurgió mi optimismo. Claro, sigo sin contar con la estabilidad económica que me permita viajar. Sigo sin saber qué pasará el mes que viene. Sólo que ahora sé que tengo poco más de un año para consolidar algún proyecto y "resolver" el conflicto que tengo ahora... y en un año "Dios proveerá". Ya veremos qué inventamos, qué vueltas dió el mundo para ese entonces y de qué estaré trabajando. Ya veremos, ya veremos...

Con este escrito no enmendaré el que mi mamá sienta que en vez de reir lloré porque mi hermana se casaba. Tampoco es la intención. Las cosas pasan porque tienen que pasar y en la forma en que deben pasar. Yo lloré... otros reirán. Yo lo siento tan adentro como la que más. Eso es lo que vale. El cuento de este mail viene porque a Richard le debo una...

Y le debo una grande: la oportunidad enorme de poder ser testigo presencial y muy especial de esa endemoniada locura que los dos han maquinado por años.... y que ahora van a concretar tan tranquilos y como si nada. A ese extraño que se metió en mi casa, que tuve que aceptar "a juro primero" y por convicción después, a ese que llamaré "cuñao" y que siento como hermano porque de paso somos contemporáneos y soy mayor que él por dos días apenas. A ese ser tan terco y testarudo como generoso y atento. A Richard le debo ser madrina de la boda de ellos. Porque él bien se pudo haber peleado con mi hermana por un amigo de él con su esposa... y sin embargo se inclinó por su futura cuñada y "el pana Joris" a quien le ha enseñado a "malandrear" un poquito más cada vez que lo ve.... vaya usted a saber por qué! Ya me contará él qué le picó en el alma para que, desde hace año y medio empezaran a hablar de nosotros como sus padrinos para la boda de ellos.

Y es que él y yo nos parecemos en la manera de amar. Claro, no se puede decir que no es así: los dos amamos a Biby. El desde su perspectiva masculina. Yo desde mi perspectiva femenina. Esa verdad tan evidente me pasó por la cabeza y me hizo escribir este post de mi blog ahora, hace una media hora, mientras trabajaba en el último pedazo de la traducción en la que ando metida hasta el cuello. Oigo música mientras trabajo, por aquello de que hay que "apaciguar a la fiera interna". Y caí en uno de mis vicios y me puse a oir a Cristian Castro (... júzguenme como quieran!!!) y sonó una canción que Richard le dedicó a mi hermana y que a mí me gustaba de siempre... "Con ella". Les copio la letra a continuación...

Ella siempre ha estado junto a mí
antes de llegar ya estaba en mí
con qué fuerza habré pensado en ella
que surcó el espacio en una estrella
respondiéndole a mi amor.

Ella se ha metido tanto en mí
que plantó bandera y se quedó
dijo que el amor no da razón
y sencillamente se instaló
en lo mas hondo de mi corazón.

Con ella, sólo con ella
cada noche yo me vuelvo a enamorar
y la luna cuando supo que ella estaba
se coló por mi ventana a pintar de azul y plata
nuestro gran amor.

Con ella, sólo con ella
cada noche yo me vuelvo a enamorar
y el silencio que era grande como el cielo
se llenó con un te quiero
desde aqui a la eternidad.

Con ella, ah, sólo con ella.

Ella es diferente a las demás
es como se ve, sin más ni más
ella no hace esfuerzos por gustar
y por eso siempre se le ve tan natural.
Ella es horizonte en altamar
mezcla de ilusión y realidad
ella para mí es tan especial
frágil como un hilo de cristal
pero a la vez tan fuerte para amar.

Con ella, sólo con ella
cada noche yo me vuelvo a enamorar
y la luna cuando supo que ella estaba
se coló por mi ventana a pintar de azul y plata
nuestro gran amor.

Con ella, sólo con ella
cada noche yo me vuelvo a enamorar
y el silencio que era grande como el cielo
se llenó con un te quiero
desde aquí a la eternidad. (bis)

Con ella, ah, solo con ella

A modo de respuesta a Richard: no sé con qué fuerza pensaste en ella... pero te la ganaste completica. A modo de aclaratoria a la audiencia, mi hermana es un "espíritu libre", como me gusta decir para resumir la explicación: no hace ningún esfuerzo por gustar, es muy tímida y cautelosa a priori, pero cuando se abre es tan natural y espontánea, tan directa y tan sutil a la vez... es una mezcla perfecta porque vive con responsabilidad bajo normas y reglas terrestres que ella, en su mundo de ilusión y fantasía, su planeta al que no llega nadie todavía, ni Richard, no tiene.

Es un ser tan frágil por ese espíritu tan intenso y esa fantasía tan desbordada... y a la vez tan fuerte como para haberse aguantado 4 años de "no poder" en su relación con Richard. No sólo no poder casarse sino, en un principio, "no poder" revelarla porque él era profesor en el instituto donde ella veía clases y ella podría ser su alumna en algún momento y eso podría mancillar la reputación de su "príncipe" (es que ella no pensaba ni en los chismes que de ella hiciera el mundo, sino de lo que el mundo podría decir de su "principe"), el "no poder" por el aspecto habitacional (casado casa quiere) y ahora, decididos a pedir un crédito habitacional o ver qué inventan para poder montar su castillo de azúcar y merengue en las nubes y vivir juntos después de cuatro años de amores, "no poder" tener a su hermana cerca para abrazarla y brincarle alrededor mientras me estrangula en un abrazo largo gritando "nos vamos a casar, nos vamos a casar..."

Me sabe un pepino la distancia. Tengo, tenemos, un plan de vida que nos incluye mutuamente y nos hace parte de la cotidianidad de la una y la otra. Y matrimonio o no, eso no se me va a ir así como así de las manos. Ella también es mi horizonte en altamar y la mezcla de ilusión y realidad que me hace mantenerme luchando siempre, con un optimismo que raya en la fantasía a veces.

Con ella, sólo con ella, Richard y yo hemos aprendido a ver que la vida no podía ser la misma después de conocer a Biby... y eso lo sé yo desde el momento en que la conocí en la policlínica donde nació, hace exactamente unos 24 años, cuando no era más que un paquetico blanco en una cajita transparente que daban en llamar "cuna" y a la que me empiné con mis zapatos negros de patente brillante y tirita amarrándolos para, con mi brazo estirado a lo más que daba "tocar a la bebé"...

Apenas se me hundieron los dedos en su brazo suave y mullido, lo saqué a toda prisa creyendo que la había "rompido". En ese día, en esa policlínica, descubrí la irregularidad del verbo "romper"... y la amplitud del término "fuerza" pues, con la tranquilidad con la que ella seguía durmiendo, supo hacer que la fuerza de ese amor que yo sentía hacia ella y que había empezado a nacer en mí en ese instante en que la ví tan cerca, a través de un pedazo de acrílico, creciera y se matizara con los años... del amor al odio y de vuelta al amor. Y Richard, con sólo 4 años conociéndola, sabe de lo que le hablo...

Voy a ser madrina... con todo el gusto que esa locura implica! Los quiero mucho a los dos!!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No puedo decir nada. Empecé a leer y comence a llorar. Es increible ver como ella ha sabido explicar tan bien lo que todos aquellos que hemos podido compartir con Be y con Richard hemos sentido al verlos juntos. De hecho, hoy hablando con Laura en el messenger, le digo: Bibi y Richard se tienen que casar. Y su respuesta fue darme la direccion del blog para que leyera todo lo que escribio. Solo puedo decir que Dios los bendiga a los dos, los apoyo en todo, si necesitan a una hermana que pueda colaborar en algo que cuenten conmigo. Besos y felicitaciones a los novios, a los padres y tambien a los padrinos...muchos besos. Los quiere mucho...Alecha

2:24 a. m.  

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