Hasta el gorro...
Sí... hasta el gorro. Es linda la expresión que tan folklóricamente usamos por casa cada vez que estamos hartos de algo. Se me hace de un cálido en medio de este frío contexto en que me hallo. Y, sobre todo, lo más importante: me es muy práctica. Sí, para ser más precisos, indispensable. Para qué? Para expresar todo lo que siento en este mismo instante.
Que qué tengo? Diría Serrat en su canción "Vagabundear": "Harto ya de estar harto, ya me cansé..." la cancción sigue. Yo me detengo allí porque precisamente allí es donde está la esencia de lo que quiero expresar.
Ahora, la gran pregunta:"qué es lo que te tiene harta, Laura?" Fácil. Es tan fácil que raya en lo trivial, se los juro: La redacción del man que estoy traduciendo al español. Qué pasa con la redacción, Laura? Me iene los nervios de punta porque el pana es rocambolesco, complicado, inglés hasta las patas y en consecuencia me "includes in" y me "excludes out" todo lo que se puedan imaginar. Fácil, no?
Ahora, no es lo que me tiene harta sino lo infinitamente compleja que soy yo lo que me tiene hasta el gorro. El tener trabajo en sí me parece una bendición. Se los juro y ustedes lo saben. Pero es esa sensación de desespero de ver que el trabajo no avanza me descompone y me tiene harta... y es mi aprecio por el trabajo pero repudio por la redacción del man lo que me tiene hasta el gorro. van entendiendo la diferencia?
Y si no la entendieron, no importa. Yo, como ya les conté qué me pasa y me desahogué con ustedes, dejé de cansarme de estar harta por un ratico y vacié el gorro... y ahora me voy a trabajar otra vez porque "hasta el gorro" o no, he de terminar esto porque el man no me va a comer a mí!! Es que los traductores somos de un masoquistas... no nos gusta, pero cómo nos entretiene! je,je,je,je,je,je...
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