La Madre

Anteayer no pude escribir: recuperándome de una semana de trasnochos, poniendo al día mi blog, organizando la casa, imitando a Garfield... el día se me hizo muy corto y me fui muy temprano a la cama (tanto como pude, a las 11 pm) para levantarme "con las pilas puestas" pues ayer iba a salir con mi amiga del alma por acá, Claudia. Le tenía la sorpresa del año: ibamos a comprar un par de libros en una de las librerías más grandes de Europa para que empezara con buen pie su año de estudios de francés.

Lo que pasó ayer es harina de otro costal. Es tema para otro post hoy mismo. El tema de este post tiene que ver con mi otra amiga del alma, Sofia. Oigo el tema de "Alegría, del "Cirque du Soleil" para ponerme a tono con lo que Sofi, como le digo yo por cariño a ella, me hizo sentir en lo que leí su mail la noche del lunes a las 10:30pm.

"Alegría, como la luz de la vida, alegría, como un payaso que grita, alegría. El estupendo grito de la tristeza loca, serena. Como la rabia y el mar, alegría. Como un asalto de felicidad." Quien canta el tema, lo hace desde su alma. Lo siente, lo hace suyo. Aunque quizás no comprenda a cabalidad el italiano, inglés y español que interpreta desde su conocimiento germano o eslavo de la vida.

Esta nota mía hoy es similar a la canción: la siento desde adentro, desde mi alma, desde lo más profundo. Hice mío el mail de Sofi desde mi conocimiento no materno de la vida. Desde mi perspectiva de la no maternidad que he vivido. Y quizás no comprendo todo lo que Sofi me dice, creo no poder entenderlo y a la vez creo no poder entender que ella hizo lo que siempre hace: ver más allá de lo que yo misma llegué a ver de mi interior.

Tiene razón, le creo. Ella es madre de 3 bellezas muy inquietas todas. Ella es madre de tres seres de carne y hueso. Yo, según ella, soy madre de un ser que es puro espíritu, no palpable. Sus palabras me llegaron como la rabia, como el mar, como la luz de la vida, como un asalto de felicidad. No puedo agregar más. Se las dejo así, al desnudo aunque a ella no le gusta ser "gente pública" ni objeto de la atención de muchas personas. Pero hoy no podía dejar de hacerla protagonista.EL título de este post es el mismo que ella le dió al mail en el que me mandó este precioso análisis. Y no concibo nada mejor para intitular este post tan impregnado de la esencia de Sofi...

Si espero el momento adecuado. Se que este no llegara. Primero que nada te aclaro que en mi viaje ayer de Caracas a Santo Domingo mi laptop fallecio a caer al piso de las manos de alquien que lo que queria era ayudarme con el equipaje. Por eso escribo desde esta compu con teclado en ingles y no se como poner tildes ni como encontrar la enhe.

Me he metido hoy en tu blog aprovechando un huequito en esta vida de salir, correr, buscar, perder encontrar, llegar y volver a salir. He llegado a la conclusion de que, aunque no tienes hijos de carne y hueso, eres madre. Ese blog es como un hijo al que amamantas, por lo visto a diario, y que tiene vida propia y produce alegria, al igual que los ninos, al que los concibio y a los que los disfrutan como espectadores a veces babeados, otras sorprendidos con ojos de huevos fritos y con una sonrisa estampada en el rostro o con las escleroticas desbordadas, segun sea el caso. Dicen que amamantar genera la "hormona del amor". Creo que lo mismo pasa con tu blog; los hijos nos hacen crecer aunque no queramos, nos hacen amar aunque siempre hayamos renegado de este setimiento, acaban con la abulia y la transforman en un quehacer curioso en nuestras mentes. Hacen magia hasta en quien ni siquiera lo sospecha.

Leer es como un edredon de plumas. Nos acoge mullido, no arropa tibiamente y deja que nos perdamos siempre arropados. Asi debe sertirse el bebe amamantado. Asi siente uno cuando lee algo bueno en general. Un excelente libro es como una comida completa, primer plato, principal y postre, ademas de las respectivas bebidas. En tu blog hay todo tipo de comidas en pildoras que producen ese indescriptible sabor a gloria que genera la lectura de lo bueno. No dejes de hacerlo...no nos prives de algo tan placentero...

Tranquila Sofi, sigo en esta esquina para arrullarte en ese edredón de plumas en el que te recuestas cuando lees. Sigo aquí sirviendo la mesa que te llena las papilas. Nunca fue mejor momento que ahora para oirte... siempre llegas a buen momento. Siempre tendrás un poquito de magia, prometo dar lo mejor de mí para hacer eso posible. Gracias por ser tan consecuente y por estar siempre pendiente... Gracias por contarme de tí... por ser ese asalto de felicidad. Cariños para tí también y abrazos a tus tres loquitas!