sábado, septiembre 17, 2005

Made in Latinoamérica

En un post relativamente reciente llamado "la Extranjería" hablaba de algunos aspectos de lo que para mí ha representado ser extranjera. Obviamente, semejante tema no se agota en un post. Aquel era un post de "generalidades" de la inmigración. Este es un poquitín más específico. Que de qué trata? De lo que me pasa cuando me junto con otra latinoamericana en nuestras aventuras en tierra ajena... y lo que nos reimos con todo lo que nos pasa en esas aventuras.

D es una medellinera muy "amplia". El término es robado de su propio léxico y con una connotación específica. Anteyer estaba ella preguntándome cómo se decía en inglés, tan fácil como en español, lo que significa "amplio" para un colombiano. Y ahí le pregunté qué significaba para ella esa palabra. Pues, se describió a sí misma. Les explico, un ser amplio es aquel que mezcla la generosidad con la humildad y la educación con la informalidad. Es decir, se ocupa de que todo el que llegue a su casa esté atendido a cuerpo de rey, pero no ostenta y procura dar... jamás se ocupa de recibir porque esas son nimiedades... Eso sí, cuando recibe, agradece y agradece hasta que uno se cansa de decir que no es nada y que no hay problema; se acuerda de que hay normas de cortesía y educación y las cumple, pero con un aire simpático que rompe toda pompa estirada. Ella dice que su mamá es amplia. Yo sé que ella es amplia. Y desenfadada en su manera de vivir.

Las dos vemos lo que nos rodea con los ojos muy abiertos. Los de ella son menos grandes que los míos pero de un marrón chocolate intenso que hacen imposible que nadie que hable con ella vea otra cosa que ese par de "paraparas" escrutando el mundo. Las dos somos muy pero que muy parlanchinas. Nos damos pausas mútuas y en los "recesos" procesamos lo que la otra nos dice. Pero nunca estamos calladas. Anteayer comprobé que ni en shock nos callamos. Ella habla con sus S bien marcaditas y cuando se molesta empieza a sisear como los españoles con la C. Yo le recuerdo a una caleña de su tierra y mi acento le hace gracia porque hablo "to'o cortao".

A ratos me aconseja desde su experiencia que le debe a los años adicionales que tiene. A ratos se deja aconsejar por mi, aunque soy más jóven, porque tengo más tiempo por estos lares. En cualquier caso, entre las dos nació una confianza y un cariño que nos ha reunido en un abrazo que se estira: nos regañamos mutuamente si pasa más de una semana sin noticias de la otra y nos chismeamos de todo que da miedo... Y nos divertimos un mundo en los paseos que organizamos como excusa para salir de la rutina y nuestras casas mientras organizamos nuestras vidas y conseguimos un trabajo.

La semana pasada, fue un paseo a Lille, una ciudad francesa de las más cercanas a Bélgica. Anteyer fue a Sluis, una ciudad holandesa de las más cercanas a la frontera con Bélgica. Entre una y otra, paseamos por la ciudad donde ella vive. Nos reimos hasta de eso porque, aunque yo vivo a 30 kilómetros de distancia, me conozco algunos recovecos y comercios que ella no se conocía en su ciudad de residencia. Pero cualquiera sea la aventura en la que nos embarquemos, el español es nuestro amigo y el transporte público es nuestro compañero.

Entre su "bacano" y mi "fino" ha surgido más de una peripecia debida a que nuestro código lingüístico no es de los más oidos en los destinos en que nos embarcamos. No porque falten turistas españoles, sino porque el sonsonete de un español y un colombiano al hablar difieren sustancialmente. Si nos juntamos, son pocos los que logran averiguar qué hablamos y muchos nos preguntan si es italiano. Ella se desenvuelve en español e inglés. Yo le hago de intérprete en holandés, y francés. Para el resto del mundo, hablamos "algo" que ellos no identifican y que, en vista de que no saben qué es, deciden hablarnos en inglés aunque yo les hable en holandés a los holandeses y en francés a los franceses. Primer hallazgo que nos abofetea: hables lo que hables, como se te oyó el "código lingüístico raro", no faltará el que te juzgue incapaz de hablar lo que ellos hablan o, en el mejor de los casos, el curioso que te pregunte algo al respecto.

Lo otro es que nos miran... casi con miedo. Hablamos con las caras, las manos y los ojos. Arrugamos narices, sonreimos, levantamos cejas, movemos ojos de un lado al otro y hasta seguimos con los ojos el movimiento imaginario de cosas que nos han pasado mientras recreamos una escena con las manos y la palabra. Somos, he de admitirlo, fenómenos en una tierra de neveritas que no se les ve en la cara la mitad de lo que narran. La gente no sabe si nos estamos peleando o no hasta que una de las dos suelta la carcajada... y entonces se quedan desconcertados porque, no saben si uno viene de un país raro de esos como Hungría en donde dicen que "no" a algo asintiendo con la cabeza y dicen que "sí" meneándola de lado a lado... nos miran casi con miedo, se los juro.

Además del código lingüístico y del lenguaje corporal, tenemos una forma de ver la vida que nos es muy característica (he descubierto) a los latinoamericanos. Sí, yo creí que éramos sólo los venezolanos pero, creo que por las tantas miserias típicas de nuestros países, por tantos pesares de siglos y décadas, tenemos desde la colonia una "impronta", un tatuaje a fuego en el cerebro, que nos hace darle vueltas a todo para buscar el ángulo positivo a cualquier penuria o tristeza en esa limitada extensión de tiempo que llamamos vida. Ella tiene eso muy desarrollado. A veces mucho más que yo. A veces nos damos la mano. Anteayer me dí cuenta que a veces yo le doy un empujoncito y luego ella arranca sola. Es que eso mismo ha hecho ella conmigo y no se da cuenta... y que le debo de por vida.

Y no vamos a hablar de esa solidaridad que compartimos D y yo que todavía no sé a ciencia cierta si es porque somos latinas o por la empatía natural entre mujeres que, como decía mi amiga S ayer: las mujeres nos entendemos, los hombres no se entienden ni entre ellos y luego quieren entendernos a nosotras. Esa solidaridad y complicidad que comparto con D nos hace aprobar las locuras mútuas y nos vamos por ahí, sin saber cómo le vamos a llegar, pero confiadas en que de algún modo le llegaremos. Es que somos un par de "brejeteras", como decimos en mi casa...

Vamos por la vida compartiendo alegrías y tristezas con un toquecito chispeante. Somos "pañuelo de lágrimas" una de la otra sin lágrimas que nos corran por la cara. La vida hay que hacérsela de a poquitos y si nos paramos en las tristezas, se nos va de las manos. Mejor es ver qué vamos a hacer con el futuro que tenemos. El pasado está escrito, el presente hay que disfrutarlo y todavía no hay quien haya podido quitarnos el futuro. Y así vemos la vida ella y yo. Así, como la vemos todos en latinoamérica: "no hay nada en esta vida que no tenga solución, menos la muerte". Y allí, incluso allí, hay variaciones, como la de mi padre que diría ".. .y hasta esa tiene solución porque te meten en una caja y te entierran y... se resolvió también." Claro, porque las penas se llevan en el corazón. Y las alegrías también.

Eso se me hizo tan pero tan patente el viernes. D me había invitado a ir a Sluis con ella. Su esposo M le averiguó como irnos, él le patrocina todas las tremenduras y las locuras y se rie y sorprende, como mi esposo, de las locuras que hacemos. Y nos fuimos.

Sluis es un pueblito lindo, chiquito y muy pintoresco, con 4 calles: 2 paralelas y 2 transversales. Eso sí, toda transversal y paralela de Sluis es una hilera de tiendas y cafés y restaurantes con casas arriba. Ibamos sin ánimo de comprar nada, por puro pasear un ratico. A ella le fascina el pueblito y como yo no tengo objeción, felices! Después de almorzar nos estábamos riendo con el show de escoger unos lentes de sol para ella... nos metimos en una tienda con unos descuentos en ropa y estabamos viendo cositas cuando le sonó el celular. Era M, su esposo... para saber si ella se lo estaba pasando bien. Pero D lo notó como raro y le preguntó qué le pasaba. El le dijo que en la casa le contaba... ella insistió. El tuvo que soltarlo.

El cuento de ellos es de ellos. Se les truncó de repente el panorama a ambos. Y ella se sentía culpable "porque la palabra dicha es mucho más fuerte que la pensada...". Y ella seguía cabizbaja... y le dije "cuántos meses tienen de casados?" Y me dijo que 3. "Eso es un aprendizaje que les viene, y al final, van a salir más unidos. A los 3 meses de casados nosotros Joris tuvo un accidente en la bici..." y le eché el cuento de cuando Joris se cayó de la bici y le enyesaron el brazo por mes y medio y antes de que él saliera del yeso andaba con férula y muletas yo porque me resbalé y me caí por las escaleras de la casa.

Al recrearle mi historia, con una bebida de por medio (nos fuimos a tomar algo porque ella me lo pidió y no se le niega nada a nadie que anda tristón.. .y menos a un amigo en un reto de esos que nos pone la vida...) intentaba darle ánimos. Pero creí que no era del todo efectivo. De repente salió ella diciendo "lo mejor qu enos puede pasar es que..." y me echó su idea, sonreida. Y como la ví "sobrepuesta" le dije "y por qué, si ya sabes que la palabra dicha es más fuerte que la pensada, y sabes que el universo te oyó hace una semana, no le pones otro reto al universo?"

Ahí le ví los ojos clavados en mí... pensando... el alma le revoloteaba por dentro. Y la cara le brilló. Me planteó su idea, más ambiciosa... Y le dije "No, qué tal si es algo como que antes de 3 meses ..." Lo sojos le brillaron y se sonrió "Eso! Qué tal esa, pues? ah?!" y elevaba las manos al cielo y hablaba con Dios y el universo...

En un momentico empezamos a hacer planes. Es mejor trabajar en grupo, no? Juntas somos más fuertes....

Cuando la dejé a ella en su casa esa tarde, oimos a su esposo bajar las escaleras... y cuando lo ví casi tenía los ojos llorosos... aludiendo al horario de trenes, me fui "para no perder el tren". En realidad sabía que pronto debí apasar uno pero no sabía la hora exacta. Es que estos tenían un asunto que resolver y yo no quería estorbar. En la noche la llamé para saber qué tal estaba el mister... la respuesta de ella fue contundente "mejor porque le inyecté una de optimismo..."

A Joris le conté todo y se quedó de una pieza. Toda la noche lo único que dijo a cada rato fue "pff... que riñones" o "es que este mundo..." o "nadie puede estar confiado ahora". Y estaba yo con el post de los cachos y en eso me preguntó, mientras apagaba la pantalla de su pc, que qué iba a hacer yo. Como he aprendido a leerle los ojos le dije "no mucho, por?"... andaba buscando un abrazo porque estaba triste, eso se le veía clarito.... " Y por qué estás triste?" y me dijo bajito "porque este mundo es injusto y nadie está seguro..." y ahí le dije "es que hay que disfrutar de lo que tienes mientras te dure y listo". Y siguió Joris "es que estoy perplejo" y le dije "y eso no te deja moverte. Ellos van a aprender muchas cosas de los dos y de cada uno de elllos mismos.. .y luego todo mejorará. Así debe ser. Si te dejas llevar por la perplejidad, no haces nada. Te puedes lamentar siempre y nad apasa. Tienes que ver que todavía tienes un futuro. Lo que te pase, te pasa por algo y del futuro siempre puedes hacer algo. Eso es lo que ellos tienen que hacer. Y en poco lo veremos, les va a ir muy bien. "

Yo sé que D agarró a su flaco y lo sacudió de arriba a abajo y él, sin estar muy seguro de por qué, le creyó todo. Igual hizo Joris conmigo anteayer. Ayer nos reunimos con otros amigos en casa de ella... nos reimos todos de lo lindo, nos la pasamos super. Y M estaba tan feliz, a pesar de todo....

A pesar de todo... porque así se vive en latinoamerica. Y me he dado cuenta de que, sin querer, al convivir con un latino, seas de donde seas, algo se te queda por dentro...

Será por eso que la gente se voltea a vernos y no puede dejar de vernos? Somos tan raritos que irradiamos una energía que cala hondo y se queda adentro? Sí, estoy segura de que vayamos a donde vayamos, D y yo "arrasamos" y nos abordan los nativos del lugar y nos hacen propuestas indecentes... pero algunos saben ver más allá y se quedan con ese sentir hondo... ese "Made in latinoamérica" que es tan propio. Recién ahora me doy cuenta de que nos es tan propio...

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Este blog, me alegra mucho por su contenido, veo que has madurado y aprendido muchas cosas de la vida en tan corto tiempo que tienes por alla, es verdad la vida nos enseña poquito a poquito y vamos conociendonos y conociendo a los que nos rodean en esos buenos y malos momentos que nos toca vivir con ellos, aprendemos hasta donde podemos llegar y cuando llegamos ahi siempre tenemos una idea o una solución para salir adelante, asi somos los latinos, siempre encontramos una salida. Me alegra mucho saber que tienes una amiga que te ayudara en cualquier contratiempo igual que tu con ella, sigue adelante, aunque se que ha veces es dificil, pero tu lo lograras, un beso, te quiero mucho.

1:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

mis ojos llenos de llanto, pero no de tristeza, de emocion infinita, conmovida. Gracias a Dios, nos tenemos la una a la otra!!!!. D

2:53 p. m.  

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