Adiós a tí...
A veces las cosas pasan de la mejor manera. Son lo que deben pasar. Son lo que son y nada más... y es mejor que sean lo que son porque por alguna razóon, así deben ser. De eso me dí cuenta ayer hablando con mi amiga SE sobre la constante en nuestras vidas que se nos salió en la conversa por primera vez: los amores no consumados.
Y no sé si será el oir a Luis Miguel cantando en el fondo (ando con la canción de "México en la piel" corriéndome por la piel y la cabeza... la música me encanta...), la dulce melancolía que se me despertó con la conversa con mi amiga o el gris y lluvioso clima frío de hoy... pero siento que me toca decirle adiós a alguien que no se lee este blog, que no sabe que lo estoy escribiendo, que juró amistad y que dejó ver algo más... Alguien que, sin embargo, nunca llegó a ir más allá y finalmente, en un acuerdo tácito conmigo, dejó que con el tiempo todo se diluyera. Alguien a quien amé con calma, con pasión, en silencio y con resignación. Alguien a quien la vida apartó de mi lado y con quien perdí el contacto... no sé si para siempre jamás.
Sé que debo decirle adiós... pero seguro que tiene un huequito cálido en mi corazón por lo que representó, por lo mucho que me hizo creer y por todos los sueños que tejimos... y porque aunque lo mejor que nos pasó fue lo que no nos pasó, no se me hace tan fácil olvidar todo.
De estas historias es que se forja un corazón, dicen. Un corazón amplio, fuerte y seguro. Dicen. Pero de esas historias se le llena a uno el alma y la memoria. Esos amores cálidos, pequeños, como la luz de una vela. Amores que fueron en un momento todo y que, de repente, se desaparecen para no dejar ni la sombra de la persona que los acompañara. No nos queda sino la esperanza de que, en algún momento, alguien más encenderá esa flamita que se nos extinguió y que nos empujará a ir más allá de nuestros límites, porque eso es el amor. Siempre tendremos la certeza de saber que, en su momento, esos amores que nunca concretamos, fueron una bella ilusión y, para el futuro, serán un tierno recuerdo.
Un dejo de tristeza? No. Quizás un poco de arrepentimiento por lo que no fue? Tampoco. Creo que lo que impera es ese mal sabor de la certitud de que nunca se sabrá qué pudo haber pasado de seguir lo que se insinuaba o se abría ante nuestros ojos con esa persona con la que mirábamos hacia el mismo punto en el horizonte. El querer saber y el no poder saber qué hubiera sido de todo aquello que nos despertaba una mirada o el sonido de la voz de esa persona que amamos...
Y sin embargo... algo sigue durmiendo en el fondito del corazón. Saben de lo que les hablo? Alguien lo ha sentido? Seguro que sí, alguien habrá que lo sienta... o lo sintió? Algún día se borra todo? Es que lo dudo, incluso si la muerte se lleva a esa persona, en nosotros vive siempre el recuerdo cálido de lo que su cercanía nos producía y lo que en sus palabras y sueños nos recreamos.
Pero el tiempo te alivia la intensidad de todo, se lleva lo más que puede, y te deja una chispita para que lo tengas presente siempre. Para que te acuerdes de todo lo que sentiste con esa persona y nadie más... porque cada persona te hace amarla de una forma diferente y, tras mucho amar, los sentimientos se te van haciendo más pasteles, menos estridentes, más matizados, más firmes... menos volubles.
Dicen que de esos amores se hace un corazón grande. Y digo yo que quizás no sea que se hace más grande y fuerte sino que se hace más amplio y generoso, para darle cabida a tantos recuerdos y tantos afectos. Dicen que al final deberías pensar con la mente y el corazón. Y digo yo que quizás la razón no siempre es más fuerte y que a veces el corazón nos desbarata los esquemas para forzarnos a entender que en medio de un mundo racional, el absurdo siempre tiene cabida.
Dicen que los que bien se aman, nunca se olvidan. Y digo yo que quizás él también me amó a mí... yo sé que sí fue así. Supe que lamentó perderme. Supe que se distanció a raíz de lo que no fue. Supe que no iba a cumplir su promesa la última vez que nos vimos y, casi sin tiempo, nos hablamos. Lo supe, porque a él, como a mí, le provocaría saber qué fue lo que no fue y que, a lo mejor, fue lo mejor que nos pasó. O por lo menos eso dicen...
Y digo yo que debo aferrarme a eso que dicen... Será que él también, se ha aferrado a eso?
5 Comments:
como dice la canción de Gilberto Santarosa "Bendito tiempo que no sabe, que no sabe nada de amor"...no, no se olvida pero el reloj marca huellas en el corazón de los segundos intensos que vives junto a esa persona especial. ¿Y qué más? a fin de cuentas, si crees en la reencarnación los registros akashicos guardan esos recuerdos y te hacen reencontrarte con quien alguna vez fue tu alma gemela, si las cosas quedaron inconclusas...
El corazón es un gran campo parcelado. El amor es su fiel su abono. En él hay parcelas de frondoso follaje, exóticas flores, sinuosas enredaderas, otras de uniforme pasto o de exóticas selvas. Cuando asignamos una parcela, su dueño nunca deja de poseerla ni que la muerte nos lo arrebate. Su vegetación podrá secarse, pero no dejaremos de rememorar lo que se cultivó ni las fragancias que su vida emanó. No importa si dejó de llegarle agua. Sigue siendo un “huequito” árido, que resalta en la planicie, y nos recuerda la vegetación que un día allí creció...
Mi querida mi lindis... Muy bello lo que tienes escrito par este dia.. Y que maravilla que apareciste ocn un mail... Espero que todo este MUY BIEN!!! Te extrañamos un monton..
Silvia
Lo pasado pasado, pero es evidentye el significado de esa persona en tu corazon,
bello texto lastima que no el no lo lea
Amiga en algo tienes razón, los que bien se amaron nunca se olvidan, aún cuando la vida los lleve por diferentes rumbos y destinos, los recuerdos siempre estarán allí para evocar el amor que fue y ya no es pero quien sabe, en un futuro, será. Parece un trabalenguas, lo sé, yo misma me enredé en mi pensamiento. Como siempre mi toque de locura propia de mi estado natural. Se te extraña mucho por acá.Andreina, la negra, Ccs-Vzla.
PD: al leerlo brotaron algunas lágrimillas que estaban haciéndose las locas para no salir, pero ya ves, lo hicieron.
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